Nuestros hábitos y costrumbres, lo que comemos, de dónde procede nuestra comida tienen implicaciones profundas en la vida de otros ser humanos que viven en el Sur del Mundo.
Y también en el Norte.
La soberanía alimentaria es un problema de todos.
No hay que enviar 1 euro a las Asociaciones Humanitarias para acabar con la pobreza y el hambre y lavarnos así las manos, hay que eligir un estilo de vida que no provoque problemas a otras poblaciones, hombres, mujeres, niños, animales y plantas.
Es también una questión de karma: todo vuelve.
Hablamos de esto y más cosas en el espacio de la Asociación Cultural Gastronómica La Mandragora, el día 8 de noviembre a las 19.00 h, Calle de la Mare Vella 15, Carmen.
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